Friday, June 25, 2010

David y Goliat

Hoy viernes, faltando dos días para el partido clave de México en este mundial, me parece que sería prudente analizar lo que viene. Vamos frente a la selección de 9 puntos, la selección de Messi & Maradona Co., la tan temida albiceleste que nos eliminó del mundial pasado. El gol de Maxi Rodríguez retumba en la memoria de todos los mexicanos. Nadie olvidará aquella estirada de Oswaldo, que no pudo alcanzar el balón disparado por el argentino “con la pata chueca” que si no mal recuerdo, dijo que la usaba “sólo para subirse al colectivo”.

Este domingo, el futbol—por x o y circunstancias—nos regala la oportunidad de vengarnos, de lograr una revancha futbolística y de paso sacar a uno de los nuevos favoritos de este mundial--en vista de los que han quedado ya fuera—y hacer historia.

La razón nos obliga a pensar en la derrota. Por historia, porque en el papel son mejores hombre por hombre, por cómo pasó México, por los conflictos del combinado azteca, etc. Racionalmente, México se regresaría el lunes del mundial. Como quiera, me parece que queda una pequeña esperanza, que es la debilidad argentina. Ésta no está dentro del campo, sino en el área técnica. Hablo, claro está, de la figura de D10S, el protagonista, el polémico Diego Maradona.

Vamos a ser claros en una cosa. El equipo argentino funciona sólo. Maradona no es un técnico, es un mero motivador, una figura que besa a sus jugadores al final del partido como si de un Mesías se tratase.

Javier Aguirre, en cambio, es un director técnico. Bueno, malo, regular depende de cada quien, pero es técnico. Sabe de táctica. Sabe de marcacajes, sabe mucho más que Diego, a quien ya lo hemos visto muchas veces en partidos mesándose los cabellos en desesperación de no saber qué hacer.

También me parece correcto racionalizar una cosa: El grupo de Argentina fue un chiste. Estaba la mesa puesta para que pasaran en primer lugar. No les quito el mérito pero lo aterrizo. Sudáfrica, Uruguay y Francia son mucho más difíciles que Corea, Grecia o Nigeria. Después del primer partido de la albiceleste, recordarán que escribí un blog sobre el primer partido de argentina frente a la selección de Nigeria. La férrea defensa nigeriana les complicó la existencia. Argentina hace porque el rival lo permite. Un poco de complicación en la defensa nos muestra una de las carencias más grandes del equipo: Tienen con qué, pero no saben cómo.

Otra cosa que tenemos a favor es que los medios de su país los están tratando como si ya hubieran ganado la copa del mundo. Parecería que el ego de Maradona sigue ofuscando a los siempre objetivos medios argentinos. Los tienen dormidos en los laureles de haber sido primeros, de haber tenido nueve puntos y de tener a un hat-trick; también encontramos como los periódicos de su país nos dan por muertos—jamás lo dirán pero tenían miedo de enfrentar a Uruguay—y nos ningunean.

Hagamos un recuento aquí. No son tan invencibles como parecen—De Michelis hace agua por las bandas, área de oportunidad del combinado azteca—tienen a un director técnico que ante el triunfo se regodea pero ante las dificultades sufre demasiado por no saber qué hacer—recordemos cómo se clasificó Argentina para el mundial—y nos están dando por muertos después de la pésima exhibición que dimos contra Uruguay.

Algo me dice que no estamos tan mal.

Ahora viene la parte de corazón. No sé si tú leyendo esto sientas lo que yo, pero te aseguro que en el fondo de tu corazón existe algo que te dice que podemos ganar. No sé si sea orgullo nacional, una auténtica—perdón por la cacofonía—corazonada o un simple deseo, pero algo hay.

Te aseguro que futbolísticamente, tienes deseos de revancha, tienes deseos de ver a Maradona caer de su estatua rendido a los pies aztecas.

Sientes también que podemos, porque este mundial ha sido de sorpresas. Sientes también que podemos porque México ha hecho hombradas—ganarle la copa oro, calificar después de estar casi eliminado—y esta podría ser otra más.

Todos los sentimientos que tienes respecto al triunfo son perfectamente justificables y no son infundados. La selección llega vapuleada por sus medios, dañada en el orgullo y con hambre de triunfo.

Existen medios internacionales que han ridiculizado los deseos de México de ganar y esto no hace más que “picarle” el orgullo a los mexicanos y salir con más deseos de triunfo.

La clave del partido es creer pero también hacer. Salir a buscarles inteligentemente el partido a los argentinos y dejarnos de pusilánimes pretextos. La mentalidad debe de ser ganar. No debe de haber nada que no sea ganar. El juego debe de ser casi perfecto—cuando nos piden juegos perfectos la cagamos—para poder hacer lo necesario y salir con la victoria.

¿Idealista? Si, un poco. ¿Imposible? Nada. ¿Qué me toca como aficionado—que conste que dije aficionado y no villamelón--? Me toca apoyar. Creer. Mentalizarme en que el triunfo es posible.

Vamos México.

4 comments:

Unknown said...

buen articulo!! estoy contigo, bien lo deia nike o adiddas imposible nada!!

Carlos said...

A ver qué pasa muchacho.

Unknown said...

Mi estimado Happy!
Antes que nada felicitarte por empezar un blog!
Como comprenderas todo eso del feeling y corazon mexicano no aplica para mi asi que hablemos de futbol! De acuerdo contigo en que Maradona es la imagen del banquillo blaquiazul.. Sabe motivar xq el vivio lo que ellos estan viviendo pero poco mas que eso.. En cuanto a Aguirre, perfecto en la tactica, en la forma de ver el juego, la presion, el toque de primera, lastima que sigue queriendo que esto resulte con jugadores lentos y viejos: el mejor ejemplo el guille franco.. PESIMO con mayusculas! Quiza por la creciente sombra del chicharito.. pero sea lo que sea un DT de verdad no puede poner en 3 partidos de un mundial a un jugador que no da la talla y seguir insistiendo en el.. El mismo caso para guardado! Si quieren tener una oportunidad y romperles el ego a los argentinos tiene q ser con las mejores cartas.. no con las viejas..
Suerte en ese partido del que me abstengo de tener un favorito! Que gane el mejor!

Unknown said...

Bueno Fer. Parece que la selecciòn no leyò tu argumento antes de pasar a la cancha. Muy cierto el razonamiento, teniamos por donde esperar algo.
El asunto ahora serìa aprender de los errores. Perdimos no por falta de calidad sino por falta de espìritu, por jugar a los berrinches... eso piensa tu tìa que tiene cero idea de tecnicismos, pero no se ha perdido un solo partidito... abrazos