Saturday, June 12, 2010

Cuando los egos se hicieron “entrenadores”

¿Madrugaste para ver el partido de Argentina? Yo si. Me levante con la ilusión de ver a un equipo donde cinco los miembros metieron un total de 117 goles este año -Messi 34, Higuaín 27, Agüero 12, Milito 22, Tévez 22-pero nada. Un raquítico 1-0 sobre la selección de Nigeria.

Muchos echan las campanas al vuelo: ¡Maradona se redimió! ¡Maradona espantó sus demonios! Pero yo opino todo lo contrario, comenzó el calvario argentino. La verdad es que yo esperaba un poco más de sentido común de los directivos, al darse cuenta de la forma en que el “D10S” calificó a la selección al mundial: apenitas. Pero no, todo lo contrario, lo ratificaron-- a pesar de la prensa y afición-- con la creencia que la sola imagen de que “el Diego” va a hacer a la Argentina campeona del mundo una vez más.

Me atrevo a decirles que Argentina acaba de ratificar su fracaso mundialista. Maradona no sabe lo que hace. Hablo primero de lo visto en el campo: tiene nociones de que debe de haber 11 jugadores, que unos deben defender y otros atacar pero hasta ahí llega su táctica. Sacrificó a Di María convirtiéndolo en un centrocampista y le quito lo que ayer presumía—7 de cada 10 desbordes—Messi es algo así como un enganche/recuperador de balones/goleador/esperanza. Mete a Maxi Rodríguez por Verón, cuando la “Brujita” era quien le estaba organizando al equipo en vista de que él, no hacía nada. La última media hora, pone a jugar a Argentina en un estilo que seguro hará mella en su país. Los pone a “jugar torito” ante los expectantes nigerianos, hacer faltas tan pronto se pierde el balón y lanzárselas todas a Messi a ver si hace algún milagro. Los periodistas e hinchada argentina deben de estar felices. Maradona, su D10S, está traicionando el estilo de juego que el siempre defendió cuando jugó: Ofensiva alegre, gambetera y vertical por un estilo proteccionista, conservador y cobarde. El gol de Argentina cayó no por sus méritos, sino por un error inverosímil de la zaga sudafricana. Los delanteros, frívolos-Higuaín se comió dos cantadas, Tévez una que era de cárcel y Milito una de kindergarden—la defensa insegura, el portero poco exigido, el medio campo poco articulado y una pésima conjunción del equipo en general.

Pero con estos jugadores uno se da cuenta que los problemas no son del campo hacia afuera sino de fuera hacia el campo. Maradona no sabía qué hacer. Caminó fácil 10 km en recorridos que hizo por toda la zona técnica. Paró y sentó jugadores arrepintiéndose de todas sus decisiones y metiéndolos a destiempo. Se mesaba los cabellos, miraba incrédulo al campo en su traje—primera vez que lo veo vestido como a una persona—y recurría poco a sus asistentes. ¿Él? ¿Pedir asistencia o decir que no puede? ¡Jamás!

Pero no. Cuidado y alguno de sus jugadores dice algo. Es Diego, el D10s de la iglesia maradoniana—su religión en Argentina—el símbolo futbolístico de una nación. Al final del partido festejó la victoria como si se tratará de la final, sin recordar que fue un partido mal jugado, ganado por la mínima y contra un equipo como Nigeria.

Sólo ha habido un valiente capaz de enfrentarse a Maradona. Está seguramente en Buenos Aires viendo la tv con sus hijos, cabizbajo, viendo como su selección hace el “oso”. El verdadero cerebro, líder ofensivo y modelo del estilo de juego argentino: Juan Román Riquelme.

1 comment:

Jessy8a10 said...

En lo personal yo creo que el portero de nigeria tuvo mucho mérito porque paro varias y además fue la figura del partido.
Messi intento y tuvo muchos chances pero el portero fue bastante bueno.
Pero si creo que en este partido los argentinos parecían mexicanos con muchos chances y pocos goles.