Hace ya unos cuantos meses, apareció en el cine la película titulada: “El curioso caso de Benjamin Button” que trata sobre un hombre que nace con el cuerpo de una persona de 80 años, y que con el transcurso del tiempo va rejuveneciendo físicamente pero envejeciendo mentalmente.
Erase una vez, un jugador llamado Salvador Cabañas. Llego en 2003 a México con los Jaguares de Chiapas con todo y el físico que le caracteriza—está algo “repuestito” —más sin embargo, tenía la ilusión de un niño a la hora de jugar. En su segunda temporada con los Jaguares, consiguió la cantidad de 15 goles, uno detrás de los líderes de ese torneo, Bruno Marioni y Andrés Silveira. Siguió anotando durante varias temporadas y se volvió el más goleador en la historia del club, llegando a la asombrosa cantidad de 50 goles.
Aquí es donde nuestra historia toma un giro impresionante. “Chava” le llenó el ojo a las Águilas del América que fueron tras el y se lo llevaron al Nido. Llegó en 2006y tuvo como pareja a grandes delanteros, que se quedaron en el camino del tan anhelado título. Solo Cabañas permaneció y al lado de Memo Ochoa, se convirtió en un referente para el equipo, la tabla de salvación a la que se aferró Televisa, el equipo, la cohorte de técnicos y la afición.
No perdamos de vista la historia de Benjamin Button. Recordemos que fue rejuveneciendo en el cuerpo pero envejeciendo de mente. “Chava” fue referente de las águilas la temporada pasada, pero hoy, algo pasa, se quiere ir de las Águilas.
Él guaraní dice que es porque está harto de que el América no gane títulos, que la institución no tiene un proyecto y que la manga del muerto.
Yo creo que Chava tiene otras razones para salir del América—o decir que quiere hacerlo—así como Benjamin para salir de casa:
- La llegada de un nuevo miembro a la familia: Aunque Benjamin no se opuso a la llegada de la pequeña niña a la nueva casa, dejó de ser el único. Esto le pasa a Chava. El “Rolfi” ha llegado para quedarse, no va a salir del equipo como cada uno de los refuerzos que llegan al club temporada tras temporada; y lo que es peor: El argentino se está convirtiendo también en un ídolo. Debe de ser difícil para “Chava” pasar de ser el héroe al villano. Ha sido fuertemente juzgado por su fallo en cuartos de final mientras que el “Rolfi” salió bien librado.
- Benjamin no aprobaba lo que hacía su capitán: Benjamin Button llegó a un buque como marinero pero no se comportaba como uno. Eran demasiado mamarrachos. En el caso de “Chava” pasa lo mismo. Chava no se entiende con Chucho Ramírez. No es que tenga algo contra el, sino contra su forma de jugar. La filosofía de Chava es ofensiva, goleadora, conquistadora. Chucho—que quede claro que lo respeto es el único técnico con una copa del mundo—es resultadista, chacalero, defensivo. Ha habido un corto circuito de estilos, pero como con Chucho hemos visto al mejor América de varios años para acá, Cabañas ha tenido que ponerse extremo para pedir su salida: “Es el o yo”.
- Televisa lo quiere renacer: Cómo bien sabemos, no existe mejor noticia que una mala noticia. Las malas noticias venden siempre, generan reacciones del público y buscan crear o apelar a las emociones dormidas. Tal vez Televisa quiere regresarle a su 10 el protagonismo y por eso han montado todo el teatrito de: ¡Se va! , para que la afición regrese y le pida a “Chava” que se quede.
- Otras razones: Chava quiere mejorar su contrato y ha inventado ofertas extranjeras. Televisa lo quiere fuera—los íconos tienen vigencia—y se lo quieren dar al “Rolfi”, o simplemente es un mal rato.
Sea lo que sea, sabemos como acaba la historia de Benjamin Button. Muere pues su cuerpo rejuvenece demasiado aunque su mente era experta. Hoy, Chava ya es un experimentado en México, pero sus reacciones cada vez son más infantiles. Ojalá que pueda regresar a su calidad porque, aunque soy chiva, se reconocer lo bueno. ¡Ánimo Chava! Tu y Memo ha sido lo único bueno de las águilas este año.
